Derechos laborales de las mujeres, avances y retrocesos

Ecuador fue el primer país de América Latina que garantizó el voto de las mujeres en 1929

Lourdes C. Montesdeoca

A propósito de la conmemoración del 8 de marzo, parece ser que cada año existe más conciencia en la población de que ésta es una fecha que recuerda a las costureras de Nueva York (25/03/1910) que murieron calcinadas y encerradas en una fábrica textil (Astobiza, 2021). Sin embargo, al día de hoy existe una especie de “lavado rosa” (del inglés Pink whasing)[1], en el que muchas instituciones tanto públicas como privadas presentan un discurso de igualdad que dista mucho de la práctica en la realidad. Este lavado de cara se da a propósito de la mayor conciencia y reivindicación que, sobre todo las nuevas generaciones exigen de sus líderes, empresarios y gobernantes. Lamentablemente eventos como el de Nueva York se han repetido recientemente, tal es el caso de la tragedia en Bangladesh (2013) o en nuestra región en México (2017). Según estudios internacionales (Cadena, 2020) tomará alrededor de 170 años cerrar la brecha de género a nivel mundial.

Aunque el tema da para una tesis completa en este breve artículo se esbozan cuatro de las ideas más importantes sobre la situación actual de las mujeres. Primero se parte de las estadísticas de base, pasando por la reflexión sobre violencia doméstica y las brechas de género, hasta concretar en materia de derechos. A continuación, se detallan cada uno de estos temas.

Estadísticas básicas sobre el grupo social: niñas, adolescentes y mujeres

Una de las falacias más recurrentes sobre el grupo social de niñas, adolescentes y mujeres es el de catalogarnos como “grupo minoritario”, y así se suele representar, tanto en el arte como en la política o en los negocios. Cuando en realidad y concretamente en el caso de nuestro país somos el 50,66% de la población, es decir la mayoría, como lo muestran los datos del último censo de población (2010) y las proyecciones de población del INEC (2011). Es decir, el grupo social de mujeres tiene una diferencia mayor al 1% respecto de la población de hombres. Situación que se repite en la mayoría de países y regiones del mundo, exceptuando China e India (United Nations, 2023).

Esta diferencia se explica por las dinámicas poblacionales, puesto que, a nivel mundial, el ratio de nacimientos es de 107 hombres por cada 100 mujeres. Este ratio va decreciendo a medida que se avanza en los grupos de edad, a tal punto que a partir de los 65 años de edad el ratio es 81,8 hombres por cada 100 mujeres (United Nations, 2023).  Es decir, si bien en nacimientos y edades tempranas hay más hombres que mujeres, la tasa se sobrevivencia es mayor para las mujeres. Dicha tasa de sobrevivencia se explica tanto por factores biológicos como socio-laborales.

Si decimos que en el agregado existen más mujeres que hombres, esa relación no se mantiene en términos de representatividad, puesto que tenemos más hombres en trabajos remunerados, ejerciendo cargos de responsabilidad, en cargos directivos y espacios políticos. Marcando una preocupante invisibilización en los espacios de toma de decisiones evidenciando en la práctica diferencias importantes en cuanto al diseño e implementación de acciones y políticas, una vez más tanto en lo público como en lo privado. Lo cual se debe a que, en buena parte de la historia, las mujeres fueron relegadas o confinadas a los ámbitos domésticos, contrario a los espacios públicos. Concretamente, llevamos menos de un siglo que las mujeres pueden acceder masivamente a la educación superior, a trabajos remunerados fuera del hogar, al voto y la participación tanto política como económica y, como ya se señaló antes, parece ser que nos tomará otro siglo más cerrar dichas brechas.

Una de las frases más frecuentes en el análisis sobre desigualdades es que la pobreza tiene rostro de niña, además rural y racializada. Esto implica que, desde el punto de vista económico, la mayor carga de la pobreza y la desigualdad la suelen sufrir las niñas, adolescentes y mujeres. Además, las políticas neoliberales de reducción de presupuestos públicos en salud, seguridad social, educación y programas de alimentación suele afectarlas en mayor medida.  La situación se vuelve peor aún si a lo señalado le añadimos el tema de violencia.

La violencia doméstica no da tregua

Aunque en el imaginario popular se suele decir que violencia es violencia, es necesaria la puntualización de que, sólo después de identificar el origen de la violencia, se podrán proponer las estrategias de erradicación más adecuadas. De esta forma, se destaca que una cosa es la violencia común, misma a la que están expuestos mayoritariamente los hombres, y otra cosa es la violencia doméstica a la que están expuestas mayoritariamente las niñas, adolescentes y mujeres. Es así que, una mujer tiene hasta 3 veces más probabilidades de ser agredida por una persona de su entorno familiar o persona conocida, que de ser atacada por un desconocido. Situación que es inversa en el caso de los hombres. Según la encuesta de la ONU (2020), 1 de cada 3 mujeres en el mundo sufren de violencia física o sexual, cifras que van de la mano con los datos registrados en el Ecuador (INEC, 2019).  Es por ello la necesidad de una tipificación especial en el sistema legal que es el reconocimiento de los feminicidios como un agravante.

Fuente: Fundación ALDEA

Por otro lado, es importante también destacar que en la actual coyuntura el Ecuador sufre una fuerte ola de violencia, sin precedentes al menos en las cuatro últimas décadas. Por lo que, si bien, la situación de violencia es generalizada, cabe señalar que la violencia intrafamiliar es la que más ha despuntado en los últimos años, agravándose incluso durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19 (ONU, 2020). Según datos de fiscalía para 2022, en el Ecuador se registraron 332 casos de muertes violentas de mujeres por razones de género, lo que representa una tasa de 1,9 feminicidios por cada 100.000 habitantes, ubicando al 2022 como el año más violento en cuanto a feminicidios y entre los países con más feminicidios en la región (ALDEA, 2023). Consideración aparte merecen los casos de violencia sin muerte, como maltrato, violaciones y la violencia económica.

Conciliación laboral, brecha salarial y brecha de cuidados

Respecto del acceso a la educación, hoy en día básicamente se ha cerrado dicha brecha en cuanto a la matricula y asistencia a clases entre hombres y mujeres. Mientras que, en cuanto a la participación laboral, la gran mayoría de los trabajadores con empleo adecuado, empleo no remunerado y subempleo son hombres, sumando un total del 57,6%. En tanto que las mujeres en edad de trabajar son mayoritariamente parte de la población inactiva, sobre todo amas de casa. Quienes están encargadas del cuidado que plantea un trabajo no remunerado y que el mercado en países con institucionalidades débiles como el Ecuador, no tienen una retribución monetaria puesto que no existen políticas públicas al  respecto. Lo único que existen hasta el momento han sido enunciados de buena voluntad vaciados de presupuestos.

Tabla 1. Composición de la población masculina y femenina por condición de actividad

Fuente: INEC –ENEMDU Diciembre 2019-

Por otra parte, a día de hoy se mantiene la brecha salarial en contra de las mujeres, que para el caso de Ecuador se sitúa entre el 16% y 20% (INEC, 2019). Es decir, por cada $1 dólar de salario recibido por los hombres, con la misma educación, la misma experiencia, mismas características en general, una mujer en promedio recibe apenas 80 centavos.   

En cuanto al uso del tiempo, según los datos del INEC, las mujeres siguen siendo las que en su mayoría dedican más tiempo al cuidado de los hijos, enfermos y/o ancianos, además de la ejecución de tareas del hogar como la preparación de alimentos y la limpieza. Esto tiene estrecha relación con el estado civil de las mujeres y sobre todo con la presencia de niños en edad preescolar en el hogar. Así, se calcula que en promedio una mujer casada dedica cerca de 14 horas a la semana a quehaceres del hogar más que sus pares hombres. También es importante destacar que las mujeres profesionales no dejan de hacer las labores del hogar, sino que tienen que dejar de hacer otras actividades como las actividades recreativas o de participación política, para lograr así conciliar su trabajo remunerado fuera del hogar con las tareas de cuidado dentro del hogar.

En materia de derechos laborales: un paso adelante y dos pasos hacia atrás

Si bien en las últimas décadas es evidente la mayor participación de las mujeres tanto en los ámbitos educativos como en los laborales, no deja de llamar la atención la sistemática arremetida que existe en algunos medios de comunicación y redes en contra de movimientos feministas que buscan frenar la violencia contra las mujeres a la par de conseguir más y mejores condiciones laborales. Sin embargo, mientras el sistema esté basado en la explotación y la precariedad de la mayoría de la población y sobre todo de los grupos poblacionales más vulnerables, la situación poco o nada va a mejorar. Vivimos en un sistema económico-social dónde se anteponen deseos de acumulación de unos pocos por sobre la cobertura de las necesidades básicas de las grandes mayorías.

En este sistema se ha normalizado la violencia en todos sus niveles, con lo que difícilmente se puede hablar del respeto hacia las personas y sus derechos. El sistema económico neoliberal antepone los derechos de propiedad por sobre los derechos humanos. Por lo que, en dicho contexto difícilmente se podría hablar del respeto de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres o de cualquier otro grupo social.

Finalmente, desde este espacio hacemos un llamado a los grupos y movimientos sociales a que las reivindicaciones del 8 de marzo no sean cosa de un día al año, sino que sea cosa de todos los días. Ya que, como lo señalaba Rosa Luxemburgo “Quien es feminista y no es de izquierda, carece de estrategia. Quién es de izquierda y no es feminista, carece de profundidad”.

Referencias

ALDEA (2023) Mapa de femi(ni)cidios 2022. Descargado de:  http://www.fundacionaldea.org/mapas

Astobiza, I. F. (2021). Las movilizaciones, herramientas para la cohesión feminista. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo (RICD), 4(15), 53-65.

Cadena, M. V. D. (2020). Brechas laborales de género y desafíos de la economía digital: Hallazgos de las entidades de la gobernanza global. Cuadernos de administración, 36(67), 158-171.

INEC (2011) Censo de Población y Vivienda 2010 y Proyecciones poblacionales 2011. Descargado de: Ecuador en cifras.

INEC (2019) Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra la mujer, ENVIGMU. Descargado de: Ecuador en cifras.

Navarro, V. (2013). Lo que no se dice sobre Bangladesh. Obtenido de vnavarro. org: http://www. vnavarro. Org.

Ruiz García, L. K., Díaz García, N., & Jiménez Garza, O. (2018) Conocimientos y actitudes sobre el uso del equipo de protección personal en trabajadores del calzado de una fábrica de la ciudad de León, Guanajuato, México.

Tama, L., & Anabel, D. (2021). Relación entre la pobreza y la violencia doméstica en contra de la mujer en Ecuador, en el período julio 2018 agosto 2019.

United Nations, G. M. (1979). Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Resolución, 34, 180.

United Nations (abril 2020) “Preguntas y respuestas: violencia contra la mujer durante la pandemia de COVID-19” Descargado de: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/violence-against-women-during-covid-19?gclid=CjwKCAiA3pugBhAwEiwAWFzwdWEPAraH8j4MFgc1q3e90-hl5mP7vxuOqeFHOjqG7YhL8UPxxZ26sxoC8NUQAvD_BwE

United Nations, Population Division (2023) “How many people have ever lived on earth?” Descargado de: https://www.worldometers.info/world-population/#total, el 04 marzo 2023

Villacís, B., Carrillo, D., & Martínez, A. G. (2011). Estadística demográfica en el Ecuador: diagnóstico y propuesta. Quito: Instituto Nacional de Estadística y Censos, 1-74.


[1] Que para el caso de Ecuador viene a ser la famosa “Economía Violeta”.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s